jueves, 23 de febrero de 2012

El fantasma trashumante.

El señor lunático me confesó todo, él era el responsable de los cambios que mi alma estaba experimentando. Él, era el que tenía poder y decisión sobre mis sentimientos hacia nuevas criaturas.
Había algo extraño pero mágico en su poder. Yo ya conocía a cada uno de esos seres por los cuales mi alma se había envenenado perdidamente, sólo que al conocerlos por primera vez, jamás creí que sentiría algo por cada uno de ellos, en diferentes momentos de mi vida.
El señor lunático era un sujeto imposible de describir, porque cuando amas y odias a alguien al mismo tiempo, no hay ninguna forma objetiva de definirlo. Un día se los podría presentar como un escritor, un creador; pero a la noche de ese mismo día, les introduciría al señor, como el ser más aborrecible y arrogante que alguna vez hayan conocido.
La forma de trabajar del señor lunático, su secreto, me tomó poco tiempo descubrirlo (ya que él se negaba a contármelo). Era simple; las noches a las que llegaba con mucho cansancio, una vez que me hundía en mi propio subconsciente dónde mi cuerpo lucía inmóvil y mi alma flotaba en los misteriosos bosques irreales, el Sr lunático se acercaba como un fantasma perdido en un mundo de seres vivientes y me ahogaba en su pócima, que curiosamente se había transformado en su orgullosa creación. Ese vapor invisible penetraba por los poros de mi envoltura, cumpliendo con su objetivo: alterar mis sueños.
Una tarde lluviosa, recuerdo, que ante los efectos del veneno, desperté y escribí:

"take me, take me with you, please babe, I love you so much, this is so perfect, my body and my soul are completely full now, happiness is all over the room, you've brought me the magic I needed. don't cry babe, please don't cry, Im never gonna let you go."

El señor lunático me dijo que ya no seguía infectándome, pero yo creo que lo sigue haciendo; y a pesar de odiarlo, cuando leo esas notas que antiguamente escribía respecto a mis sueños, comienzo a quererlo. Él y los seres de mis sueños completan mi existencia. Nunca dejaré de creer que esas criaturas imposibles, se harán realidad. Al fin y acabo, todos necesitamos algo en qué creer para seguir viviendo.